Archivo de julio de 2025

En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: «Escucha la voz del Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos y disposiciones escritos en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.

Estos mandamientos que te doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Ni tampoco están al otro lado del mar, de modo que pudieras objetar: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Por el contrario, todos mis mandamientos están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos».

Señor Dios, muestras la Luz de verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino , concede a cuantos se profesan como cristianos rechazar lo que sea contrario al nombre que llevan y cumplir lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espirito Santo y es Dios por los siglos de los siglos.. Amén..

Las palabras de los Papas

«No tengáis miedo» (Mt 10,31). La invitación a la confianza resuena tres veces en la proclamación del Evangelio de hoy. El Señor Jesús, el Resucitado, nos la repite hoy, la repite a la humanidad […] A nuestro alrededor, queridos hermanos y hermanas, y a veces incluso dentro de nosotros, se esconde la fascinación de lo relativo y cambiante, de lo que, en su carácter provisional, no compromete plenamente. La verdad cede así al relativismo de las opiniones. En este contexto, los creyentes, sostenidos por la fuerza del Espíritu Santo, están llamados a ser una presencia crítica ante toda imperfección y error para servir a la verdad sin vacilaciones ni temores. Esta es una deuda que la Iglesia tiene, en particular, con las jóvenes generaciones, cuya aspiración natural a un mundo nuevo solo puede encontrar una respuesta satisfactoria en Cristo, la única auténtica «novedad» de la historia. […] Hoy no es tiempo de ocultar el Evangelio, sino de «predicarlo desde las azoteas» (cf. Mt 10,27). (San Juan Pablo II – Visita pastoral a Foligno, Homilía 20 de junio de 1993)

Comentarios recientes
    Categorías