Archivo de la categoría ‘PRIMERA LECTURA’

Sirácida 27, 5-8

Al agitar el cernidor, aparecen las basuras;
en la discusión aparecen los defectos del hombre.
En el horno se prueba la vasija del alfarero;
la prueba del hombre está en su razonamiento.
El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol;
la palabra muestra la mentalidad del hombre.
Nunca alabes a nadie antes de que hable,
porque ésa es la prueba del hombre.
 

Sirácida 6, 5-17

Las palabras amistosas multiplican el número de amigos,
los labios amables aumentan los saludos.
Es bueno que te saluden muchos;
pero que uno solo entre mil sea tu amigo íntimo.
Cuando hagas una nueva amistad, vete con tiento;
no te le confíes tan fácilmente,
pues hay amigos que lo son por conveniencia
y no son fieles en el día de la desgracia.
Hay amigos que se vuelven enemigos
y descubren con afrenta los motivos del pleito.

Hay amigos que te acompañan a comer,
pero nunca se aparecen en la hora de las penas: cuando te va bien, están contigo,
cuando te va mal, huyen de ti;
si te ocurre una desgracia, cambian de actitud
y se esconden de tu vista.
Aléjate de tus enemigos
y sé precavido con tus amigos.

El amigo fiel es un refugio que da seguridad;
el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro.
El amigo fiel no tiene precio:
ningún dinero ajusta para comprarlo.
El amigo fiel es un tónico de vida.
Los que aman al Señor lo encontrarán;
el que teme al Señor sabe ser fiel amigo
y hace a sus amigos como él.

Sirácida 4, 12-22

La sabiduría instruye a sus hijos
y cuida de aquellos que la buscan.
El que ama la sabiduría, ama la vida;
el que madruga para encontrarla, será colmado de gozo;
el que la abraza, heredará la gloria
y recibirá la bendición del Señor en todo lo que emprenda.

Los que sirven a la sabiduría, sirven al Señor, que es santo,
y el Señor ama a aquellos que la aman.
Quien la escucha, juzgará con rectitud;
quien le hace caso, vivirá tranquilo.
El que confía en ella, llegará a poseerla
y la dejará en herencia a sus descendientes.

Al principio, la sabiduría lo llevará por caminos sin rumbo
y lo atormentará con sustos y temores,
lo hará sufrir con la conducta que le impone,
y lo pondrá a prueba con sus órdenes.
Pero, una vez que la acepte de corazón,
la sabiduría lo conducirá gozoso por el camino recto
y le revelará sus secretos;
pero si él no le hace caso, ella lo abandonará
y lo dejará seguir su camino de perdición.

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