Josué 3, 7-10. 11. 13-17

En aquellos días, el Señor le dijo a Josué: «Hoy mismo voy a empezar a engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que sepan que estoy contigo, lo mismo que estuve con Moisés. Ordena a los sacerdotes que llevan el arca de la alianza que se detengan en cuanto lleguen a la orilla del agua del Jordán».

Josué les dijo a los isaraelitas: «Acérquense a escuchar las palabras del Señor, su Dios». Y prosiguió: «En esto conocerán que el Dios vivo está en medio de ustedes y que destruirá ante sus ojos a los cananeos: El arca de la alianza del Señor de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de ustedes y, en cuanto los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del Señor de toda la tierra toquen el Jordán, las aguas que van hacia abajo seguirán corriendo y las que vienen de arriba se detendrán, formando un muro».

Así pues, el pueblo salió de su campamento para cruzar el Jordán, encabezado por los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza. En cuanto éstos tocaron con sus pies las aguas del Jordan (que baja crecido hasta los bordes todo el tiempo de la siega), las aguas que venían de arriba se detuvieron y formaron un solo bloque en una gran extensión desde el pueblo de Adam, hasta la fortaleza de Sartán; entre tanto, las aguas que bajaban hacia el mar Muerto, desaparecieron por completo y el pueblo cruzó el Jordán, frente a Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor se detuvieron en medio del Jordán, que había quedado seco, mientras todo el pueblo de Israel cruzaba por el cauce vacío.

Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en Cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos tender siempre hacia los Bienes eternos, para que merezcamos particular de su misma gloria. Por nuestro Señor Jesucristo , tu Hijo, que vive y reina contigo en la Ciudad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos…Amén…

Dios nuestro, que llenaste de celo por las almas y amor al prójimo al presbítero y mártir san Maximiliano María Kolbe, inflamado en amor a la Virgen Inmaculada, concede, propicio, que, por intercesión, trabajando esforzadamente por tu gloria al servicio de los hombres , podamos asemejarnos a tu hijo hasta la muerte. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos……Amén

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